Alteraciones hormonales en niños: hormonas sexuales Estudio del 2001 por la Universidad de Lovaina en Amberes (Imagen real de scanner: Glandula Tiroides y secreción de celulas foliculares T3 Y T4).
“Los niños que vivían cerca de las incineradoras de basuras maduraban sexualmente a mayor edad que otros, y el volumen testicular era menor en los chicos de esos barrios que en controles” (33).
En el año 2003, en la Universidad de SungKyunKwan en Corea, encontraron que “los niveles de TEQ (dioxinas) en los residuos de las incineradoras y las actividades antiestrogénicas estuvieron en buena correlación, sugiriendo con fuerza que las potentes emisiones tóxicas eran realmente producidas por las semi-incineradoras de basuras de las escuelas y podían causar la antiestrogenicidad” (34).
Hormonas tiroideas (20, 35, 36). Estudio de 1998 en la región alemana de Essen: “Nuestros resultados sugieren que los niños expuestos a incineradoras de residuos tóxicos en su medio ambiente tienen niveles más bajos de tiroxina y triyodotironina”.
Al año siguiente, los mismos investigadores publican que estas alteraciones pueden deberse a los policlorobife-nilos y a metales pesados, concretamente plomo, cadmio y mercurio producidos por la incineración. (35, 36)
“Los niños que vivían cerca de las incineradoras de basuras maduraban sexualmente a mayor edad que otros, y el volumen testicular era menor en los chicos de esos barrios que en controles” (33).
En el año 2003, en la Universidad de SungKyunKwan en Corea, encontraron que “los niveles de TEQ (dioxinas) en los residuos de las incineradoras y las actividades antiestrogénicas estuvieron en buena correlación, sugiriendo con fuerza que las potentes emisiones tóxicas eran realmente producidas por las semi-incineradoras de basuras de las escuelas y podían causar la antiestrogenicidad” (34).
Hormonas tiroideas (20, 35, 36). Estudio de 1998 en la región alemana de Essen: “Nuestros resultados sugieren que los niños expuestos a incineradoras de residuos tóxicos en su medio ambiente tienen niveles más bajos de tiroxina y triyodotironina”.
Al año siguiente, los mismos investigadores publican que estas alteraciones pueden deberse a los policlorobife-nilos y a metales pesados, concretamente plomo, cadmio y mercurio producidos por la incineración. (35, 36)