Fundamentalmente, hay tres fracciones: cenizas, escorias y gases emitidos por la chimenea.
Las dos primeras son residuos tóxicos con contenidos muy altos en dioxinas y metales pesados que deben llevarse a vertederos tóxicos, que a la larga serán contaminantes.
Los gases emitidos por la chimenea contienen las siguientes sustancias:
Los contaminantes persistentes pueden transportarse a grandes distancias de la fuente de emisión, y sufrir transformaciones físicas y químicas, pasando numerosas veces al suelo, al agua o a los alimentos.”
Las dos primeras son residuos tóxicos con contenidos muy altos en dioxinas y metales pesados que deben llevarse a vertederos tóxicos, que a la larga serán contaminantes.
Los gases emitidos por la chimenea contienen las siguientes sustancias:
- Materia particulada o micropartículas.
- Gases atmosféricos.
- Metales.
- Dioxinas, furanos y policlorobifenilos.
- Hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAH)
- Productos desconocidos. Se estima que pueden ser tan tóxicos como los conocidos (EPA, Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos)
Los contaminantes persistentes pueden transportarse a grandes distancias de la fuente de emisión, y sufrir transformaciones físicas y químicas, pasando numerosas veces al suelo, al agua o a los alimentos.”