07/04/11 - Por Flaviano Casas Martínez
Todos sabemos que la incineración no es una solución. Sin embargo la Junta de Castilla y León ha declarado de Interés Regional la quema de residuos industriales en Ampudia. La incineración es un proceso que altera o destruye la materia y libera por las chimeneas gases contaminantes asociados a DIOXINAS Y FURANOS, los cuales envenenan la atmósfera y afectan a la salud publica a través de la cadena alimentaria. Las alarmas resuenan en toda la Tierra de Campos (Palencia), incluida la capital y pueblos circundantes, ya que el smog foto-químico provocará un deterioro irreversible en la salud de las personas y en el medio ambiente. Se extenderá también por Torozos, Cigales y zonas aledañas.
Agricultores, ganaderos, sanitarios, industriales, cooperativistas, hosteleros, conservacionistas..., han coincidido plenamente en rechazar la incineradora de Ampudia, sobre la base de que no es ético ni justo manchar la imagen, la historia, la cultura y el buen hacer tradicional de unas Comarcas, cuyas razas, productos y semillas han colmado de orgullo a sucesivas generaciones. En el medievo se sembraban de sal los campos del enemigo, para esterilizarlos; ahora la Junta promueve proyectos que destruirán toda perspectiva de futuro, y digo toda, porque las dioxinas y furanos convertirán la Tierra de Campos y Torozos en tierra quemada para la demografía y la economía en general. Solo habrá una beneficiaria: la empresa incineradora, y una Administración responsable del emplazamiento: la Junta de Castilla y León que ha soslayado el PRINCIPIO DEMOCRATICO al no tener en cuenta la opinión generalizada de los habitantes terracampinos y de las amplias zonas colindantes.
Los verdaderos compromisos sociales con el Campo, EXIGEN reconocimiento de derechos antes de que sea demasiado tarde. Lo que es malo para la Naturaleza, es malo para las personas y para los pueblos. Sin embargo la Junta no ha reparado en instalar una incineradora en el corazón de una villa turística, que dará al traste con marcas y sellos de máxima calidad, de renombre nacional e internacional. Los políticos con sus tentáculos y aberraciones, pasarán. La enorme Comarca de Tierra de Campos y su entorno sentirán la asfixia de las bocachas contaminantes que ahuyentarán mercados, destruirán ecosistemas, establecimientos turísticos, industrias agro-alimentarias, y anularán nuevos proyectos de desarrollo múltiple, vinculados al Campo, a la ganadería, a la industria, al turismo, a la cultura y al medio ambiente.
Al III Foro para el Desarrollo Rural asistieron en Palencia cuatrocientos expertos internacionales. ¿Puede haber Desarrollo Rural Sostenible en la provincia de Palencia que albergará la mayor concentración de incineradoras del mundo? (Periódico Diagonal). Dioxinas, furanos, metales pesados, sustancias cancerígenas, alteradores hormonales..., gracias a unos políticos que en el periodo electoral besan a los niños, abrazan a las fuentes que inauguran, hacen florecer los ciruelos, y por su mérito corren las aguas de los arroyos secos. “POLITICOS TOXICOS”, como reza la pancarta, que si no fuese por los medios de comunicación afines, ¡no les conocería ni la madre que los parió!. (Expresión de un pastor en la Asamblea-Protesta de Torremormojón).
Se barrunta atmósfera contaminada, suelos y aguas con arsénico, cloruros, metales como plomo, potasio, sodio. ¡Suenan las alarmas!. Canal de Castilla, vía de agua potable... La incineración no es una opción de futuro, sino un lastre del pasado, propio de políticos trasnochados, vendidos al lobby incinerador. Lo inteligente es la reducción, la reutilización y el reciclaje; y siempre en aquellos lugares donde están ubicadas las industrias.
Transcribo una estrofa del poeta Dionisio Alvarez Trincado, titulada ENTEREZA EN EL AIRE:
“Ya sabes pensar, ya puedes sentir.
No dejes que nadie te impida vivir.
Que el aire no alcance un penoso estado,
como consecuencia de lo incinerado”.
Palencia, 7 de Abril de 2011
Flaviano Casas Martínez
Todos sabemos que la incineración no es una solución. Sin embargo la Junta de Castilla y León ha declarado de Interés Regional la quema de residuos industriales en Ampudia. La incineración es un proceso que altera o destruye la materia y libera por las chimeneas gases contaminantes asociados a DIOXINAS Y FURANOS, los cuales envenenan la atmósfera y afectan a la salud publica a través de la cadena alimentaria. Las alarmas resuenan en toda la Tierra de Campos (Palencia), incluida la capital y pueblos circundantes, ya que el smog foto-químico provocará un deterioro irreversible en la salud de las personas y en el medio ambiente. Se extenderá también por Torozos, Cigales y zonas aledañas.
Agricultores, ganaderos, sanitarios, industriales, cooperativistas, hosteleros, conservacionistas..., han coincidido plenamente en rechazar la incineradora de Ampudia, sobre la base de que no es ético ni justo manchar la imagen, la historia, la cultura y el buen hacer tradicional de unas Comarcas, cuyas razas, productos y semillas han colmado de orgullo a sucesivas generaciones. En el medievo se sembraban de sal los campos del enemigo, para esterilizarlos; ahora la Junta promueve proyectos que destruirán toda perspectiva de futuro, y digo toda, porque las dioxinas y furanos convertirán la Tierra de Campos y Torozos en tierra quemada para la demografía y la economía en general. Solo habrá una beneficiaria: la empresa incineradora, y una Administración responsable del emplazamiento: la Junta de Castilla y León que ha soslayado el PRINCIPIO DEMOCRATICO al no tener en cuenta la opinión generalizada de los habitantes terracampinos y de las amplias zonas colindantes.
Los verdaderos compromisos sociales con el Campo, EXIGEN reconocimiento de derechos antes de que sea demasiado tarde. Lo que es malo para la Naturaleza, es malo para las personas y para los pueblos. Sin embargo la Junta no ha reparado en instalar una incineradora en el corazón de una villa turística, que dará al traste con marcas y sellos de máxima calidad, de renombre nacional e internacional. Los políticos con sus tentáculos y aberraciones, pasarán. La enorme Comarca de Tierra de Campos y su entorno sentirán la asfixia de las bocachas contaminantes que ahuyentarán mercados, destruirán ecosistemas, establecimientos turísticos, industrias agro-alimentarias, y anularán nuevos proyectos de desarrollo múltiple, vinculados al Campo, a la ganadería, a la industria, al turismo, a la cultura y al medio ambiente.
Al III Foro para el Desarrollo Rural asistieron en Palencia cuatrocientos expertos internacionales. ¿Puede haber Desarrollo Rural Sostenible en la provincia de Palencia que albergará la mayor concentración de incineradoras del mundo? (Periódico Diagonal). Dioxinas, furanos, metales pesados, sustancias cancerígenas, alteradores hormonales..., gracias a unos políticos que en el periodo electoral besan a los niños, abrazan a las fuentes que inauguran, hacen florecer los ciruelos, y por su mérito corren las aguas de los arroyos secos. “POLITICOS TOXICOS”, como reza la pancarta, que si no fuese por los medios de comunicación afines, ¡no les conocería ni la madre que los parió!. (Expresión de un pastor en la Asamblea-Protesta de Torremormojón).
Se barrunta atmósfera contaminada, suelos y aguas con arsénico, cloruros, metales como plomo, potasio, sodio. ¡Suenan las alarmas!. Canal de Castilla, vía de agua potable... La incineración no es una opción de futuro, sino un lastre del pasado, propio de políticos trasnochados, vendidos al lobby incinerador. Lo inteligente es la reducción, la reutilización y el reciclaje; y siempre en aquellos lugares donde están ubicadas las industrias.
Transcribo una estrofa del poeta Dionisio Alvarez Trincado, titulada ENTEREZA EN EL AIRE:
“Ya sabes pensar, ya puedes sentir.
No dejes que nadie te impida vivir.
Que el aire no alcance un penoso estado,
como consecuencia de lo incinerado”.
Palencia, 7 de Abril de 2011
Flaviano Casas Martínez
